Existen dos tipos de resistencia anaeróbica:
- Resistencia Anaeróbica Aláctica: se refiere al proceso en que el deportista puede realizar un esfuerzo sin la presencia de oxígeno ni la aparición de ácido láctico (de ahí el nombre aláctica), utilizando preferentemente las reservas de ATP y fosfocreatina del músculo. La utilización de estas reservas, permiten al deportista realizar esfuerzos intensos, al 100%, pero de corta duración (entre 5 a 10 segundos), como los saltos y patadas explosivas.
- Resistencia Anaeróbica Láctica: como su nombre lo indica, se refiere al proceso en donde aparece el ácido láctico, proveniente de la degradación anaeróbica de la glucosa para la obtención de energía. La presencia de ácido láctico en el músculo determinará la aparición rápida de fatiga, por lo que el ejercicio no puede ser mantenido por más de 45 segundos a esa intensidad. Esta es la resistencia que participa al realizar la forma oficial, por ejemplo, a velocidad de competencia.
La resistencia aneróbica debe comenzar a entrenarse una vez que ha finalizado el período básico o preparatorio, no antes, ya que primero hay que crear una buena base para lo que será el entrenamiento más específico (o técnico). Dentro de la periodización del entrenamiento deportivo, a la etapa donde se trabaja la resistencia anaeróbica se conoce como período específico, y se caracteriza por una disminución en el tiempo de los ejercicios, pero en un aumento en la intensidad y velocidad de ejecución de los mismos. También se acortan los tiempos de recuperación entre ejercicios, ya que el objetivo de este período es acostumbrar progresivamente al cuerpo a la intensidad de la competencia. Las pulsaciones fácilmente pueden elevarse a 200 por minuto, lo cual es absolutamente normal.
Es importante realizar sesiones regenerativas, posteriores al entrenamiento de resistencia anaeróbica, a fin de "lavar" y eliminar el ácido láctico que se acumula en los músculos, el cual es responsable de los típicos dolores y contracturas musculares post-entrenamiento. Dichas sesiones pueden consistir en una caminata relajada, un trote suave y ejercicios de elongación. En casos de mucho dolor muscular, se puede aplicar hielo local por intervalos de 10- 15 minutos para favorecer la recuperación.
Ésta es la capacidad que comenzaremos a entrenar pronto, así que... ¡¡¡ a prepararse!!!
2 comentarios:
es bueno y corto
he sacado un 10 gracias
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